El teatro paraguayo nació con una fuerte herencia española, en las huellas de las primeras escenificaciones de piezas traídas de la península, de autos sacramentales y pequeñas óperas. Esta influencia continuó hasta la época dorada de las zarzuelas y comedias españolas, ya entrado el siglo XX, en algunos casos con la venida de elencos españoles.
A Ildefonso Antonio Bermejo se debió la creación del Teatro Nacional, con la edificación de una sala, la conformación de un elenco y la contratación de compañías extranjeras, con los auspicios del presidente Carlos Antonio López, en la segunda mitad del siglo XIX.
El teatro paraguayo empezó a mostrar rasgos claros de identidad en las primeras décadas del siglo XX, con algunas figuras que dieron un fuerte impulso a esta expresión, como Josefina Plá, Roque Centurión Miranda, Fernando Oca del Valle, Manuel Ortiz Guerrero y Julio Correa, este último, uno de los creadores del teatro en guaraní. En 1940 se crearon la Compañía Paraguaya de Comedias y la Compañía del Ateneo, y en 1948, la Escuela Municipal de Arte Escénico.
A esta generación pertenecieron los dramaturgos más prolíficos que ha dado el Paraguay, entre los cuales están Mario Halley Mora, José María Rivarola Matto, Arturo Alsina y Josefina Plá.
El teatro popular tuvo un notable florecimiento en las décadas del 30, 40 y 50 del siglo XX, con elencos destacados como los de Julio Correa, Ernesto Báez-Emigdia Reisófer y Roque Sánchez-Graciela Pastor. Los Compadres, dúo cómico integrado por César Alvarez Blanco y Rafael Rojas Doria, se sumó un poco más tarde a esta línea teatral y en otros géneros se destacaron figuras tales como Héctor de los Ríos, Jacinto Herrera, Mario Prono y María Elena Sachero.
Los años 60 y 70 vieron la aparición del Teatro Independiente, que renovó el teatro paraguayo en temática y lenguaje, iniciando caminos experimentales y propuestas innovadoras, al servicio de los temas sociales y humanos que no habían sido enfocados con profundidad hasta entonces. Se destacaron en esos años algunas compañías como La Farándula, Arlequín Teatro, Teatro Popular de Vanguardia, Tiempoovillo, Aty Ñe’e y Teatro Estudio Libre.
Entre los elencos de más reciente formación se cuenta el del Centro de Investigación y Divulgación Teatral, dirigido por Agustín Núñez, figura importante del teatro paraguayo contemporáneo, quien dirigió la puesta en escena de la novela “Yo El Supremo” de Augusto Roa Bastos, uno de los montajes más espectaculares y elogiados realizados en el país en las últimas décadas.
Otros importantes directores del teatro paraguayo actual son José Luis Ardissone, Miguel Gómez, Raquel Rojas, Tito Chamorro, Maluli Vera y Wal Mayans.
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